Si bien las leyes venezolanas garantizan los derechos sexuales y reproductivos y condenan la violencia basada en género, las cifras de embarazo adolescente en el país son de las más altas de la región, la mortalidad materna representa un reto para alcanzar los ODS y la violencia contra mujeres, adolescentes y niñas continúa siendo altamente prevalente. Por ello desde 2003, el UNFPA ha trabajado de la mano de la institucionalidad pública en el país para frenar infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados; para promover el acceso de las mujeres y jóvenes a servicios y educación integral en salud sexual y reproductiva y para sensibilizar y dar respuesta a la violencia basada en género.

El trabajo del UNFPA en Venezuela fue hasta hace poco el de promoción de políticas públicas, diseñando mecanismos de atención, pero sin brindarla directamente. Desde 2018, como respuesta a la grave crisis económica que vive el país cambió el modelo y ahora brinda asistencia
técnica con seguimiento y acompañamiento muy de cerca en la ejecución en terreno. En el marco del Plan de Respuesta Humanitaria, ha concentrado su labor en garantizar la continuidad de los servicios de Salud Sexual y Reproductiva (SSR), la provisión de métodos anticonceptivos, y la prevención y respuesta a la Violencia Basada en Género (VBG) en estados priorizados del país.
 

Siguiendo su propósito de lograr cero muertes maternas, cero necesidades insatisfechas de planificación familiar y cero violencia y prácticas nocivas contra las mujeres, UNFPA en Venezuela ha atendido en los últimos dos años a más de 300 mil mujeres, adolescentes y niñas en tránsito, mujeres en albergues, mujeres indígenas, mujeres con discapacidad e incluso mujeres privadas de libertad.