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Con motivo del Día Mundial de Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Venezuela, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS) llevaron a cabo un encuentro virtual para hablar sobre las estrategias integrales para la reducción del embarazo en adolescentes y sus avances en Venezuela, la anticoncepción inmediata post evento obstétrico (AIPE) como estrategia efectiva y las consecuencias socioeconómicas de esta problemática.

 

Cuando una adolescente queda embarazada, su salud, educación, potencial de obtener ingresos y todo su futuro pueden estar en peligro. “El evitar un primer embarazo a través de la educación sexual integral y permitir que los adolescentes no repitan el primer embarazo a través de una anticoncepción inmediata post evento obstétrico permite disminuir la mortalidad materna e infantil y la pobreza y exclusión social”, afirmó el Dr. Pier Paolo Balladelli Representante de OPS/OMS en Venezuela.

 

La tasa de fecundidad en adolescentes en Venezuela es de 85,3%, una de las más altas de la región. “El embarazo adolescente es uno de los problemas más estructurales que ha padecido el país. Las elevadas tasas no son producto de la crisis económica, no es un problema de reciente data, ni coyuntural, lleva por lo menos cincuenta años sin modificarse”, explica Jorge González Caro, Representante Nacional del UNFPA en Venezuela.

 

En 2012 se creó un subcomité de estadística de embarazo adolescente, en el que se reunieron todos los organismos del sector que tienen que ver con esta problemática para diseñar políticas públicas para su disminución. Ese grupo dio lugar al PRETA Plan Nacional para la Reducción del Embarazo a Temprana Edad, “un plan que pone hoy en día a Venezuela en el camino correcto para la reducción del embarazo adolescente porque tiene una dirección estratégica, unos lineamientos muy claros, responsabilidades asignadas a cada uno de los organismos del sector y un plan que en la medida de lo posible ha sido costeado por cada uno de los involucrados”, señala González Caro.

 

La Dra. Marisol Alvarado, asesora de Salud Materna y Salud Sexual y Reproductiva del MPPS, habló sobre los principales logros del PRETA: La elaboración de un plan anual; el diseño del programa de educación integral de la sexualidad fuera de la escuela y actualización de currículos desde la educación inicial hasta la universitaria, siguiendo las orientaciones técnicas internacionales de Naciones Unidas; el establecimiento del subcomité de estadísticas de embarazo a edad temprana y adolescente y las campañas de sensibilización para adolescentes y sus familias.

 

 

Una de las estrategias que se conocía muy poco en Venezuela y que desde su implementación ha dado muy buenos resultados es la Anticoncepción Inmediata Post Evento Obstétrico (AIPE).

Sobre esta, el Dr. Ariel Karolinski, Asesor en Familia, Promoción de Salud y Curso de Vida de la OPS/OMS, comenta que “dado que el 97% de los nacimientos en Venezuela son hospitalarios, de los cuales casi una cuarta parte son adolescentes; que el 70% de las muertes maternas ocurren en hospitales priorizados y que las principales causas de mortalidad materna son directas, no había duda de que si garantizábamos acceso a anticoncepción efectiva con métodos modernos de larga duración de forma inmediata después de un parto, una cesárea o un aborto, íbamos a tener un gran impacto”.

 

Con apoyo del UNFPA se ha recogido y analizado data sobre las consecuencias socioeconómicas del embarazo adolescente en ocho países de Latinoamérica. El estudio concluye que la maternidad temprana está altamente relacionada a la brecha educativa, como causa y efecto; que es además semáforo de la transformación social ya que un país que avanza y se moderniza es un país que incorpora a la mujer en la fuerza de trabajo, que le da autonomía financiera y física, aspectos que se dificultan en países con altas tasas de embarazo adolescente; que es el mayor obstáculo para reducir el ciclo de la pobreza y que involucra costos significativos para el Estado tanto por gasto asistencial como por los ingresos fiscales que deja de percibir.

 

Contar con evidencia del costo socioeconómico del embarazo adolescente es clave para dimensionar el efecto negativo de esta problemática en las economías y en el desarrollo de los países, brindando nuevos argumentos desde una perspectiva macroeconómica que complementa a los estudios ya realizados en la materia. “No hace falta prevenir el embarazo adolescente por razones económicas sino porque es un derecho humano, el derecho a tener opciones en la vida al poder decidir cuándo ser padre o madre y en qué condiciones, pero los argumentos económicos nos ayudan a evaluar las consecuencias del trabajo que estamos desplegando”, explica Federico Tovar, Asesor Regional en Insumos de Salud Reproductiva, UNFPA/LACRO.

 

Daniela Hernández, quien se convirtió en madre a los diecisiete años contó su experiencia como madre adolescente al final del encuentro e hizo un llamado a otros jóvenes: “Si quieren tener una vida sexual activa, deben ser responsables y tener conocimientos sobre los métodos anticonceptivos, centrarse en lo que quieren y primero vivir su vida antes de traer al mundo a otra vida”.

 

En el marco de la semana de prevención de embarazos en adolescentes en Latinoamérica, la Directora de la OPS Dra. Carissa Etienne y el Director regional del UNFPA Dr. Harold Robinson remitieron una carta conjunta a los ministros de salud de los países de la región instándolos a sumarse a la iniciativa, y tomar acción de manera urgente para continuar y ampliar todas las acciones necesarias para garantizar que todo embarazo sea planificado sin dejar a ninguna adolescente atrás.