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Una historia que muestra los efectos de la Educación Integral de la Sexualidad para la prevención del embarazo a temprana edad y en la adolescencia.

 

Cuando Hillary escuchó en su Liceo una charla sobre Educación Integral de la Sexualidad, muchas cosas le vinieron a la cabeza. Nunca le habían hablado tan directamente de esos temas y lo que escuchó era diferente a las cosas que había oído por allí.

 

“Antes, escuchaba hablar de sexualidad y decía “wao, cómo es eso”, ahora estoy más informada y puedo tomar mejores decisiones y hacer las cosas bien”

 

Es que en la calle se escuchan muchas cosas que no son del todo ciertas. Tabúes y creencias que originan resultados que perjudican a las y los adolescentes. Por ejemplo: “al ser la primera vez, no voy a quedar embarazada” o “cuidarse es una cuestión de ellas, no de nosotros los hombres”... Romper con estas creencias (y otras muchas más) a través de la Educación Integral de la Sexualidad (EIS), es una de las formas más efectivas demostrada de reducir el embarazo a temprana edad o en la adolescencia.

 

Por eso Hillary decidió acercarse a una de las Consultas Diferenciadas para Adolescentes (CDA): un espacio de atención especializado en adolescencia donde el personal de salud está formado para ello. Las CDAs son parte de un proyecto de prevención del embarazo a temprana edad y en la adolescencia, que junto a la formación en EIS de docentes y adolescentes en escuelas, así como también de lideresas y líderes comunitarios para formar  adolescente desescolarizados, lleva a cabo el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) junto al Ministerio del Poder Popular para la Educación y el de Salud.

 

“Mi mamá sí me hablaba de sexualidad, pero obviamente me cuenta lo básico, pero en la formación y las consultas sí pude aprender más sobre el tema y ahora sé demasiado, estoy bien informada”.

 

El municipio donde Hillary vive, tiene una alta tasa de embarazos en la adolescencia. Una realidad que ha ido cambiando desde que este proyecto se está implementando, hace 3 años.

 

“Estar informada es muy importante, para que cuando llegue el momento, hacer las cosas bien. Es decir, evitar un embarazo no intencional. A partir de la información que recibí, decidí esperar a estar más preparada, a sentirme lista para iniciar una vida sexualmente activa”.

 

La historia de Hillary es una de muchas otras que hemos escuchado de adolescentes empoderados a través de la Educación Integral de la Sexualidad, que dan fe de esta metodología como una forma efectiva de prevenir y disminuir los embarazos a temprana edad y en la adolescencia, para que cada persona alcance su pleno potencial y decir que: ¡un futuro distinto es posible!

 

PRENSA UNFPA