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Bienvenidos al lanzamiento del Estado de la Población Mundial 2014, “El Poder de 1.8 Mil Millones: Adolescentes, Juventud y la Transformación del Futuro.”

Nunca antes ha habido tanta gente joven. Probablemente nunca más va a haber tanto potencial para el progreso económico y social.

La manera en que podamos cumplir con las necesidades y aspiraciones de las y los jóvenes y cómo les permitimos gozar de sus derechos definirá nuestro futuro común.

Déjeme darle un ejemplo de lo poderosos y transformadores que pueden llegar a ser los jóvenes si los países invirtieran en ellos en formas que produjeran un dividendo demográfico.

Asia Oriental invirtió en el capital humano de sus jóvenes a partir de la década de 1960, lo cual le permitió a la región alcanzar su bono demográfico, lo cual contribuyó a un aumento de seis puntos porcentuales en el PIB y una cuadruplicación de los ingresos per cápita en varios países.

Si el África Subsahariana se basara en la experiencia de Asia Oriental, adaptada al contexto local y realizando inversiones comparables en los jóvenes, la región podría experimentar su propio milagro económico, añadiendo alrededor de $500 mil millones en sus economías cada año, hasta por un período de 30 años.

Hoy, 9 de cada 10 de los 1.8 mil millones de jóvenes del mundo viven en los países menos desarrollados, donde la juventud encuentra obstáculos para ejercer su derecho a la educación, salud y a vivir libres de violencia. Es posible que muchos de estos jóvenes no logren desarrollar todo su potencial como líderes, como agentes de cambio, como emprendedores, como personas con el poder de transformar el futuro.

Es asombroso que alrededor de 57 millones de jóvenes no asistan a la escuela.

Una de cada siete nuevas infecciones de VIH se produce entre adolescentes de 10 a 19 años.

Más de una de cada tres mujeres, entre ellas las que son jóvenes, son víctimas de violencia por parte de su pareja.

Cada minuto, 27 niñas se ven obligadas a casarse y a dar a luz, mientras que ellas mismas aún son menores de edad.

Y quiero destacar lo siguiente: un mundo en el que la cuarta parte de la humanidad no goza plenamente de sus derechos es un mundo sin los elementos básicos para el cambio y el progreso.

Inclusive cuando una persona joven logra hacer una transición segura y saludable de la niñez a la edad adulta, su inserción a la fuerza laboral puede resultar comprometida por la escasez de oportunidades, por economías estancadas u otras políticas que hacen que los puestos de trabajo decentes sean escasos.

Se estima que unos 120 millones de jóvenes ingresan a la fuerza laboral cada año. El informe del UNFPA muestra que los jóvenes de hoy ya representan dos de cada cinco desempleados a nivel mundial.

En el camino a alcanzar su potencial, cada vez son más los jóvenes que tienen que enfrentarse a la desigualdad, la discriminación y la exclusión.

Y sabemos que las mujeres jóvenes y las adolescentes se enfrentan a más obstáculos que los hombres jóvenes y niños en el desarrollo pleno de sus capacidades, el aprovechamiento de las oportunidades y en el ejercicio de sus derechos. Y los que son pobres, viven en áreas rurales o son miembros de una minoría étnica son más vulnerables a que se les nieguen sus derechos y a la exclusión de oportunidades sociales y económicas.

El Estado de la Población Mundial aboga por una inversión urgente en los jóvenes para que sean involucrados en sus comunidades y en el desarrollo de sus naciones.

Esto también significa derribar barreras para que tengan acceso a servicios esenciales, especialmente aquellos de salud sexual y reproductiva y el acceso a la información. Sin estos servicios esenciales, los jóvenes no pueden protegerse del VIH, no pueden prevenir un embarazo, ni tampoco pueden tener control sobre sus propios cuerpos.

Con las inversiones adecuadas, los jóvenes pueden desencadenar todo su poder para construir un futuro mejor.

De hecho, el informe del UNFPA muestra que los rendimientos de las inversiones en los jóvenes, en particular las mujeres jóvenes y niñas adolescentes, pueden ser enormes, con el potencial para catapultar el desarrollo de las economías hacia adelante y eliminar la pobreza extrema, que es un objetivo central de la próxima generación de Objetivos de Desarrollo, los cuales reemplazarán a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en el año 2015.

El Estado de la Población Mundial del UNFPA demuestra que con el apoyo adecuado para alcanzar su pleno potencial, los jóvenes pueden convertirse en una fuerza formidable para la productividad, la innovación y el dinamismo creativo para acelerar el desarrollo.

Dr.Babatunde Osotimehin
Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas
Director Ejecutivo del Fondo de Población de las Naciones Unidas, UNFPA

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