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Caracas, 26 de octubre de 2017.-  El pasado martes 17 de octubre el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) realizó el lanzamiento global del Estado de la Población Mundial 2017: Mundos Aparte. La salud y los derechos reproductivos en tiempos de desigualdad. 
 
La temática de este año visibiliza cómo la desigualdad afecta mucho más a mujeres y niñas, especialmente en el ámbito de la salud sexual y reproductiva, enfatizando que “en numerosos países en desarrollo, las mujeres pobres —con ingresos situados en el 20% más bajo de la escala— y, en especial, las que viven en zonas rurales, presentan muchas menos probabilidades de disfrutar del acceso a anticonceptivos o atención de salud durante el embarazo y el parto que las mujeres más ricas de las zonas urbanas”. 
 
El enfoque de este Informe se centra en la estrecha vinculación existente entre las desigualdades en el ámbito de la salud y la disparidad económica, lo que supone una doble vulnerabilidad para  las mujeres pobres. En tal sentido, constituye un llamado de atención a los actores clave sobre la urgencia de garantizar y vigilar el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en situación de pobreza, lo que se cristaliza, entre otros múltiples aspectos, en su derecho a decidir cuántos hijos tener y cuándo tenerlos. Una mujer sin opciones de esta naturaleza tiene menos posibilidades de superar la pobreza y las desigualdades, de ella y de su familia, perpetuándose así el círculo de inequidades que limitan su desarrollo pleno.
 
En esta línea, el Informe identifica la pobreza como el mayor desafío y hace un llamado a librar al mundo de esta «tiranía», sin dejar a nadie atrás, tal como lo promueven los acuerdos alcanzados para la Agenda 2030. Las desigualdades obstaculizan el progreso y el crecimiento económico de los países en desarrollo; pone en juego el aprovechamiento del potencial humano, y vulnera derechos. Poner fin a las desigualdades debe ser una prioridad, lo cual requiere un gran esfuerzo y diversos actores trabajando en conjunto por el cambio.
 
Es por ello, que el UNFPA promueve la  necesidad de construir sociedades más inclusivas, lo que sugiere puede lograrse siguiendo las 10 medidas en favor de un mundo más equitativo, las cuales son: 
 
1. Cumplir todos los compromisos y obligaciones en materia de derechos humanos acordados en tratados y convenios internacionales.
2. Eliminar las barreras —leyes discriminatorias, normas o deficiencias en los servicios— que impiden a las adolescentes y las jóvenes acceder a la información y los servicios de salud sexual y reproductiva.
3. Llegar hasta las mujeres más pobres con servicios esenciales de atención de salud materna y prenatal.
4. Responder a todas las necesidades de planificación familiar insatisfechas y conceder prioridad a las mujeres que viven en el 40% de los hogares más pobres.
5. Prestar un servicio de protección social universal que ofrezca seguridad de los ingresos básicos y cubra los servicios esenciales, incluidas las asistencias y prestaciones relacionadas con la maternidad.
6. Impulsar los servicios que permiten a las mujeres incorporarse o permanecer en la fuerza de trabajo remunerada, como los de cuidado del niño.
7. Adoptar políticas progresivas encaminadas a acelerar el aumento de los ingresos entre el 40% más pobre de la población, a través de, por ejemplo, la intensificación de las inversiones en el capital humano de las niñas y las mujeres.
8. Eliminar los obstáculos económicos, sociales y geográficos que impiden el acceso de las niñas a la educación secundaria y terciaria y su participación en cursos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
9. Acelerar la transición del trabajo no estructurado al trabajo formal decente —con énfasis en los sectores que concentran la mayoría de las trabajadoras pobres—, y permitir el acceso de las mujeres a los servicios de crédito y la propiedad.
10. Trabajar en pos de la medición de todas las dimensiones de la igualdad.
 
Mundos Aparte. Es este el mensaje conclusivo de este Informe. Si no acabamos con las desigualdades, dejaremos atrás, muy lejos, a mujeres y niñas. Trabajemos en conjunto por las niñas y las mujeres, para que puedan tomar decisiones sobre sus vidas. Trabajemos para que todas puedan estudiar y formar parte del mercado laboral de forma segura. Asumamos este compromiso global y ayudemos a construir un mundo que permita que todas las personas tengan oportunidades para alcanzar su desarrollo. Sigamos contribuyendo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente con la consecución del objetivo 5 por la igualdad de género, para que en el año 2030 hayamos puesto fin a la discriminación de mujeres y niñas en todo el mundo.
 
Si deseas obtener más información o leer el informe completo, te invitamos a visitar este link.